En busca de la inscripción perdida

Como ya avancé en la entrada anterior, hoy toca hablar de la inscripción que esconde el retablo en su interior, bien en la otra cara de la tabla que contiene la de 1765 que vemos hoy, o bien detrás de esta y escrita en el propio tablero original. 

Retablo de Aralar: estados II.0 y II.1

Deduje su existencia tras estudiar la noticia que Goñi Gaztambide rescató en 1971 de los apuntes que Mariano Arigita había tomado de diferentes documentos relacionados con el santuario de San Miguel de Excelsis. Pues bien, del Libro de cuentas del santuario que se abrió en 1765 -y que se quemó en el incendio de 1942- Arigita tomó esta nota:

Cuentas de 1765... Salario dado al platero José de Jirate por el trabajo de limpiar las santas imágenes, pedrería y piezas del precioso retablo antiguo ya dicho, y armar de nuevo como antes con su cerquillo nuevo, 960 reales”.

Este breve comentario venía, primero, a corregir la idea de que la restauración había sido obra de Manuel de Beramendi (que es la idea que se tenía hasta entonces y que todavía sigue siendo repetida por investigadores y divulgadores poco informados) y, segundo, a descubrir que la reforma del frontal en retablo fue anterior a 1765, pues la anotación del Libro de cuentas deja bien claro que tras la limpieza las placas se volvieron a montar como estaban antes.

Sorprendentemente, tan relevante noticia pasó “desapercibida” para todos los que en los años posteriores escribieron sobre el retablo, incluida Marie-Madeleine Gauthier. De aquí que en 1989, aprovechando el volumen que dedicó a los obispos de Pamplona del siglo XVIII, Goñi Gaztambide volviera a recordarla con comentarios adicionales para que, visto que nadie parecía darse cuenta de lo que implicaba, se entendiera su relevancia y fuera tenida en cuenta en estudios futuros. Esta vez tuvo algo más de éxito, porque la noticia fue recogida por los autores del correspondiente volumen del Catálogo Monumental de Navarra (1996), por Asunción Orbe Sivatte (2009) y por... nadie más!!!.

Pues bien, resulta que ni Goñi Gaztambide ni quienes después la recogieron se dieron cuenta de que tras la limpieza de 1765, además del marco nuevo que sustituyó al anterior, al retablo se le añadió algo más: la inscripción que relata la actuación llevada a cabo con este motivo.

Este precioso Retablo de laminas de metal dorado y Esmaltado con su Ymagen de la Virgen del Sagrario de la Cathedral de Pamplona â que es anexo este Santuario de San  Miguel, estubo antiguamente en la obscuridad de su Capilla, de donde se sacò, se limpiò en Pamplona y para que su Vista mueba â devocion fue colocado assi es esta Capilla maior en el año 1765”. 

La pregunta que me planteé a continuación fue: si esta inscripción se añadió en 1765, ¿qué es lo que hubo antes en el espacio que esta ocupa? La respuesta me vino de inmediato: otra inscripción que, como la actual, explicaría la transformación del frontal en retablo. Como soy de naturaleza optimista y, además, Ricardo Fernández Gracia me confirmó que las gentes del Barroco acostumbraban a respetar este tipo de rastros históricos, estoy convencido de que el retablo la conserva todavía en su interior y de aquí que en los pies de foto en los que comentaba los estados II.0 y II.1 apuntara que podría encontrarse mediante ensayos no destructivos.

Y tan es así que, aprovechando un correo que me remitió Alicia Ancho Villanueva con ocasión de la publicación del anexo sobre los anteriores estados del retablo, le pregunté por la posibilidad de realizar el ensayo más conveniente para este fin:

Como se puede comprobar en uno de los primeros correos que intercambié con ella, era una cuestión que ya le había comentado años atrás:

Bueno, pues el caso es que ocho años después... todavía estoy esperando una respuesta. Claro que, ahora ya sé la razón de su silencio: decidió apropiarse de mi investigación y quedársela para ella sola. Eso sí, con ensayos que pagarían los contribuyentes, yo incluido. Y lo sé porque Lourdes de Sanjosé desveló durante su conferencia del 23 de marzo de 2021 que han buscado la inscripción "perdida":

...Y también la solución que se adoptó en la parte inferior de incorporar la inscripción, de tal manera que han cubierto todo...   se cubrió todo el espectro... afortunadamente sabemos de cuándo pero tampoco tenemos las señales de lo que había allí o por lo menos no lo hemos podido comprobar a día de hoy”.

Pues bien, teniendo en cuenta que la “experta” catalana procuró no desvelarnos nada de su "investigación", ese “a día de hoy” con el que terminó la frase me da a entender que sí que la han encontrado, pero que no lo van a divulgar hasta la publicación de los libros que han proyectado. Y es que las radiogradías no dan lugar a interpretación: si está, se ve; y si no se ve, es que no está. Además, si fuera verdad que no la han visto “a día de hoy”, es de tontos insinuar que podrían verla “a día de mañana”. Así que, lo dicho: la han leído. ¿Apuestas?

Si se lee de izquierda a derecha, entonces es que se encuentra escrita sobre el tablero original; si, por el contrario, hay que leerla de derecha a izquierda, entonces es que está en la otra cara de la tabla en la que se escribió la actual.

En cualquier caso, solo el hecho de que la hayan buscado ya evidencia lo que ya sabemos: que las dos grupies de Mikel Garciandia me han leído muy atentamente. Lo cual, en el fondo, es todo un reconocimiento al rigor y a lo revolucionario de mis investigaciones. Menudo trío de mediocres!!!

© Manuel Sagastibelza

Comentarios

Entradas populares de este blog

Por qué Lourdes de Sanjosé Llongueras es una "experta fake"

El insólito "plumón" de las alas de los ángeles del retablo de Aralar y de la arqueta de Santa Valeria del Museo Británico

El retablo de Aralar y sus anteriores estados

Conferencia "fake" de Lourdes de Sanjosé (23-03-2021): "el recorte del frontal"

Conferencia "fake" de Lourdes de Sanjosé (23-03-2021): "la madre de todas las mentiras"

Síndrome de Gollum...

Conferencia "fake" de Lourdes de Sanjosé (23-03-2021): "ni primera foto ni consulta bibliográfica"