El retablo de Aralar y sus anteriores estados

En febrero de 2012, al poco de publicar el anexo sobre la Virgen que preside el retablo de Aralar, Esperanza Aragonés me dijo que sí, que las conexiones que apunté con las vírgenes de otras obras de Limoges era correctas; pero que para convencerla de la hipótesis que defendía en el artículo principal (que el retablo de Aralar fue el regalo de novios con el que Ricardo Corazón de León confirmó su compromiso matrimonial con Berenguela de Navarra), antes le tenía que convencer de que la escena representada en la galería inferior derecha eran los Esponsales de la Virgen y no la Anunciación que sostenían la mayoría de los que habían escrito sobre el retablo.

Para esto era fundamental confirmar la distribución de las placas de las galerías desvelada en 1982 por los restauradores del Museo de Navarra tras ensayar su localización original en base a las marcas de clavos que quedaron a la vista tras el robo de 1979. Como el resultado obtenido no convenció a los "académicos" y como de aquél estudio solo queda el artículo que se publicó en la segunda edición de "El retablo de Aralar y otros esmaltes navarros", me propuse reproducirlo de la única manera posible en ese momento: fotográficamente. 

La recreación del ensayo corroboró lo más relevante de la ordenación desvelada por los restauradores del museo; esto es, que las placas del ángel, María y José estuvieron antes ordenadas igual que lo están ahora, solo que en la galería superior izquierda. Con la confirmación de que el ángel y María también se daban la espalda en la distribución original, seguí adelante con la investigación y a finales de 2012 publiqué el anexo sobre los esponsales con la pertinente aprobación de Esperanza.

Pasado un tiempo, Mikel Zuza me propuso ir más allá y estudiar la posibilidad de reconstruir cómo fue el frontal original. En un primer momento me pareció misión imposible, pero puesto a estudiar con detalle tanto el retablo como la escasa información que nos ha llegado, conseguí dar con las referencias necesarias para poder fundamentar una hipótesis que descubria tanto las dimensiones como la decoración del marco que originalmente acompañó al cuerpo principal de la obra. El correspondiente anexo con la reconstrucción del frontal lo publiqué en marzo de 2014.

La investigación tenía un camino claro: había que partir del estado actual del retablo e ir avanzando hacia atras en el tiempo deshaciendo los cambios de los que fue objeto mientras tanto. Así, además de ofrecer una reconstrucción lo más aproximada posible de cómo fue el frontal original, pude mostrar también una cronología con los diferentes estados que ha conocido durante sus ocho siglos de existencia. Son estos: 

Estado I-0 o estado original. Atendiendo a mi hipótesis sobre su origen, el frontal se habría encargado en torno a 1186-1188. Fuentes de naturaleza cronística y literaria evidencian que fue por entonces cuando Sancho el Sabio y Ricardo Corazón de León acordaron el compromiso de éste con Berenguela de Navarra.

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Estado II-0. Corresponde al de la transformación del frontal en retablo. Aunque desconocemos cuándo se produjo, un documento fechado en 1666 se refiere a él como "retablo", lo que invita a pensar que la reforma fue anterior a esta fecha. Así, puestos a proponer una, se podría situar hacia al año 1600; es decir, poco después de la imposición en 1570 del rito del Misal Romano que obligaba al oficiante a celebrar las misas de espalda a los fieles. Sobre la parte inferior del tablero original se rotuló una leyenda que, seguramente, informaba sobre la reforma ejecutada. Esta cuestión se tratará con más detalle en la próxima entrada del blog.

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Estado II-1. Tal y como dice la leyenda, en 1765 el retablo fue llevado a Pamplona para su limpieza. Según las notas tomadas por Mariano Arigita de un libro de cuentas del santuario (hoy desaparecido) y que fueron rescatadas en 1971 por Goñi Gaztambide, la limpieza corrió a cargo del platero José de Jirate (Giraud) y el retablo se volvió a armar como antes pero con un marco nuevo. Evidentemente, el retablo sufrió un añadido más: el de la nueva leyenda que remplazó a la anterior. La información aportada por Goñi Gaztambide ha sido una y ora vez ignorada por quienes han "estudiado" el retablo desde entonces, de aquí que todavía se siga manteniendo la idea de que la reforma del frontal en retablo se produjo entonces y a manos de Manuel de Beramendi, por ser este quien firmó el dibujo del grabado que se realizó al año siguiente.

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Estado III-0. Durante la madrugada del 25 al 26 de octubre de 1979, una banda de ladrones desvalijó el retablo arrancando las placas esmaltadas, las columnillas, el cabujón central de la cruz y las molduras de cinco de los seis arquillos de las galerías inferiores.

Los guías del santuario, siguiendo instrucciones de su "capellán ministro", Mikel Garciandia, informan a los turistas que el retablo fue desmontado meticulosamente en lo que sería un trabajo propio de "profesionales", pero lo cierto es que las placas fueron arrancadas salvajemente utilizando destornilladores a modo de palanca; de aquí los desgarros y las deformaciones que presentaban cuando se recuperaron.

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Estado III-1. En enero de 1982, una vez recuperadas la gran mayoría de las piezas robadas, el retablo desnudo se bajó al Museo de Navarra para proceder a su rearmado. Fue mostrado al público en la exposición "El retablo de Aralar y otros esmaltes navarros" que se inauguró en Madrid el 22 de marzo de ese mismo año y que posteriormente viajó a Pamplona y Tudela. Uno de los medallones (el segundo comenzando por la izquierda) se montó en un espacio incorrecto (el quinto contando desde la derecha). A finales de noviembre el retablo regresó al Museo de Navarra para completar su restauración.

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Estado III-2. La restauración del retablo se vio interrumpida por las obras de las que fue objeto el museo para su modernización. Así, hubo que esperar hasta el 26 de marzo de 1991 para volver a verlo. Durante este impasse se recuperaron las placas de Gaspar (Montpellier, 1986) y del apóstol (Gante, marzo de 1982) que faltaban. La exposición de presentación se celebró en el Museo de Navarra y se prolongó hasta el 8 de abril de ese año. Lamentablemente, según pude descubrir viendo las fotografías del retablo en su estado desnudo y las de la presentación a la prensa que antecedió a la exposición, durante su estancia en el museo se robaron los dos únicos cabujones rojos que conservaba. El 20 de mayo, once años y medio después del robo, el retablo regresó al santuario. Siguen desaparecidos dos medallones, el cabujón central de la cruz y los mencionados "rubíes".

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A tenor de lo comentado por Lourdes de Sanjosé durante su conferencia del 23 de marzo de 2021, Alicia Ancho Villanueva, Jefa de la Sección de Registro, Bienes Muebles y Arqueología del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra, ha decidido "inspirarse" en mi investigación para repetirla y firmarla con su nombre en uno de los volúmenes que Príncipe de Viana va a publicar sobre el retablo y los otros tesoros del santuario. Yo, en mi tiempo libre, a costa de mi bolsillo y con mi inteligencia. Ella, en su horario laboral de servidora pública, con medios costeados por los contribuyentes y... con mi inteligencia. Por lo visto, en algún momento de 2020 el retablo fue, entre otros ensayos, radiografiado con esta idea. Evidentemente, esto le permitirá hacer observaciones más precisas que las que ofrecen las fotografías. Para ilustrar los estados II-1, III-0, III-1 y III-2 utilizarán fotografías que han debido aparecer de la nada, porque cuando pregunté por ellas no estaban entre las que me permitieron consultar. Qué raro, ¿no?

Según la "experta catalana", se va a dar con la localización original de todas las piezas que conforman el retablo. Una vez más, no sabe de lo que habla. Con mucha suerte, Alicia Ancho conseguirá localizar la ubicación original de las placas de los evangelistas, de la placa con forma de media luna que contiene el gran cabujón circular que corona la placa de la Virgen y de algún que otro medallón. Para su descracia, para recrear el marco original del retablo va a tener que copiar mi proceso lógico-deductivo. ¿Hará como Lourdes de Sanjosé y me ignorará también? Dadlo por hecho. Estos del "trío calaveras" no tienen escrúpulo alguno.

©Manuel Sagastibelza